Capítulo 29: Tomar Refugio
Feliz es el nacimiento de los Budas;
Feliz es la enseñanza del Dharma verdadero;
Feliz es la armonía de la Sangha;
Feliz la austeridad de los que están en armonía.
Dhammapada 194
A medida que progresamos en la práctica de la meditación y de la atención plena, empezamos a descubrir que es más fácilconfiar en nuestra capacidad para ser personas abiertas y receptivas a la sabiduría. Como consecuencia empezamos a valorar y hasta sentir devoción por los maestros y las enseñanzas que apoyan esta confianza. En la tradición Budista a estas personas respetadas y a estas enseñanzas se les conoce como las “Tres Joyas”: Buda,Dharma y Sangha. La expresión Budista “tomar refugio” significa que escogemos deliberadamente recibir apoyo e inspiraciónpor las Tres Joyas.
Tomar refugio en el Buda significa tomar refugio en la sabiduría y la claridad. El Buda no solo es un ejemplo de alguien quien ha transcurrido la senda que conduce a la libertad, sino que personifica en sí mismo la potencia plena para la compasión y el despertar que existe en cada uno de nosotros.
Tomar refugio en Dharma es, en parte, tomar refugio en las enseñanzas y las prácticas que dictó el Buda. Sin embargo, de manera más profunda, podríamos decir que Dharma es la consciencia misma, maravillosa e inmediata, libre de la oscuridad que produce la codicia, el odio y la ilusión.
Por lo general, tomar refugio en la Sangha significa refugiarnos en la comunidad de practicantes Budistas. Es motivo de inspiración saber que otros están dedicados a vivir según las enseñanzas del Buda por medio de la ética, la meditación, y la compasión. De manera más específica y tradicional refugiarnos en la Sangha significa refugiarnos con una comunidad de personas que ya han experimentado la liberación—el Despertar del Buda. El ejemplo de dichas personas puede ser extraordinariamente alentador.
“Tomar refugio” es uno de los ritos más comunes que cumplen los laicos en la tradición Theravada. Aunque este es un componente que se repite de manera habitual en las ceremonias, los retiros, y en la visitas a los templo puede ser un momento simbólico fundamental cuando un practicante por primera veztoma refugio y acepta el compromiso de orientar su vida hacia los valores y las aspiraciones espirituales. Cuando ligamos nuestra práctica al Buda, el Dharma y la Sangha aseguramos que nuestra práctica no está limitada a las preocupaciones intelectuales o a asuntos terapéuticos personales. Estas tres crean un fundamento de confianza y de respeto que sirven como punto de apoyo para el crecimiento espiritual.